2/9/11



Había una vez una hermosa niña llamada Diana lastimosamente no tenía familia pero tenía una hermosa muñeca de trapo que era su única amiga la llamo Lía así fue el nombre de su madre ella nunca conoció a su padre por que no vivía con su mamá.

Su mamá era una cocinera de París, todas las noches le contaba a la hermosa niña bellas historias de París. Pero un día su madre no volvió del mercado jamás .La pequeña niña vagaba por las calles del pueblo, a unos 20 minutos de París.

Como estaba tan desesperada por una familia toco fuertemente la puerta de una muy elegante casa a las afueras del pueblo una mujer con una cara poco sonriente le dijo:

Te puedo ayudar en algo pregunto la mujer con cara de asombro

La pequeña respondió: Podría quedarme aquí.

Y la señora muy feliz le dijo que si pero con una condición no debía ir a la habitación 28.

La niña se pregunto que por que no podía ir a esa habitación pero después dijo que mejor no hacía enfurecer a su ama. A la mañana siguiente la niña despertó con mucha hambre, así que se preparo un emparedado de jamón y queso con mucha mayonesa y un poco de leche.

Después de desayunar prefirió saludar a la ama quien se encontraba tejiendo un hermoso mantel de flores rojas.

La niña preguntó ¿Para quién es ese mantel de flores rojas?

La señora respondió para ti, tontuela.

La niña dijo: Muchas gracias ama pero, ¿Por qué lo hace?

Porque te has comportado muy bien conmigo, hasta ahora.

Muchas gracias.

Cuando Diana fue a su habitación se sintió muy feliz porque sentía que la señora la quería.

Diana quería salir a ver la casa y pasó por la habitación 28, tenía tanta curiosidad por saber cual era el misterio que olvidó las palabras que dijo la ama: Jamás pases por la habitación 28, abrió la puerta lentamente y en ese momento DIANA se escucho por toda la casa ¿Qué haces? Así gritó la ama muy enojada Diana contestó, lamento haber entrado a esa habitación, por favor perdóneme. La ama dijo claro que no, como castigo iras al calabozo cuando sea el tiempo suficiente del castigo te podrás ir y no tendrás los mismos lujos, solo comerás pan y agua y te bañaras con estos baldes.

No por favor, respondió Diana

Ya es demasiado tarde para pedir disculpas, dijo la ama.

La niña fue llevada hacia el calabozo en donde comenzó a cantar una canción que solía cantar su madre:

Duérmete hija mía no llores más

Por que ciega tú vas a quedar

El día en que yo muera acuérdate de mí

No llores más mi niña.

Empezó a llorar y de tanto llorar la señora la escucho y se dijo ella misma que mejor le levantaba el castigo a la pequeña.

Y así fue ,la pequeña estaba tan feliz que se le salieron lagrimas de los ojos, pero obviamente de felicidad que la señora le mostró la habitación 28 y era nada más y nada menos que esa habitación la señora la había construido para su hija y que ella podía utilizarla.

Después de esto la niña supo que en realidad era querida por alguien, que era prácticamente su madre y que aunque no fuera biológica la quiso de igual forma mucho.

De todos modos las 2 viven muy felices en ese enorme castillo.

El castillo estaba tan oscuro antes de que llegara Diana pero ahora vuelve a florecer como solía florecer.


(Yo escribí esto hace mucho mucho muchisimo tiempo x) Tendría unos ocho años.' ¿Tiempos Maravillosos? Tiempos sencillos, en los que durante unas (para mi en ese entonces) extensas vacaciones, un computador de mesa, en una habitación lejana a la realidad, inspiraba compañía e inspiración. Tiempos en los que no conocía el manejo correcto del internet o que invertía en actividades productivas.

1 comentario:

  1. Siempre es divertido leer las cosas que escribes cuando eras chica...

    Yo lo hago de vez en cuando con hojas viejas que encuentro en mis cajones y pienso "¡Dios! ¿¡Qué diablos es esto!?!"

    Ojalá escribas más seguido Jime (:

    ResponderEliminar

Comentarios