El viernes viaja a Maryland. Ha venido preparando su
equipaje toda la semana, y construyendo en mi interior una densa capa de
nostalgia y celos, que me hacen querer tener muchos años y dinero, para poder
consolidar ese termino anhelado de independencia.
Ella es ‘mona’. Quizá me entiendan si aclaro que aquí le
decimos así a los rubios. Es coqueta desde siempre. Recuerdo en un viaje a
Magangué que me confesó su delirio vanidoso. Lo hacía mientras se aplicaba algo de
pintalabios. Yo en ese tiempo temía arreglarme a mi misma. Creía más en la
belleza interior que en cualquier otra cosa. Mi error. No íbamos a Magangué
sino a Barranquilla. Y siempre me sentía sucia al verme por los espejos retrovisores del carro de mi tia. En fin. Mañana te vas, abuelita. Y hoy de desayuno me dejaste
a mi el delicioso pan y ahora me regalas dos paquetes de galletas Tosh, ¿acaso
quieres ahogarme en ternura? Dices que me traerás además un par de sandalias…
Como explicarte que mataría por unas dr martens, hasta para ir a dormir, pero aun así, me tomas con tanta consideración que además me preguntaste de que color las quería. Menudo lío decidir algo así! Con lo indecisa que puedo ser, y más ante una decisión de ese tipo. El color de unas sandalias que seguramente dudare en usar, porque mis pies se han vuelto un poco toscos desde que solo uso converse.
Dale. Sigue diciendo a las personas que no te demoraras donde el
tío Sam. Seguramente mañana nos digas en el aeropuerto que será la ultima vez
que tomes un avión, como vienes diciendo desde que tengo conciencia. Te quiero
monita. Te quiero cuando te demoras cuarenta minutos en el baño y dejas todo el lavamanos lleno de piecesitas de polvo. En serio que te quiero mucho cuando haces eso. Te quiero cuando cantas tus boleros y bailas un poco. Cuando dejas la puerta abierta y dejas que escuche tus novelas...créeme que aliviaste mucho el peso de algunas trasnochadas. Te quiero hipocondriaca. Te quiero cuando gritas hablas. Cuando sonríes. Cuando te acercas a mi cuarto porque tienes calor en el tuyo. Te quiero muchisimo porque tienes tu cuarto lleno de buena energía y siempre me siento bien ahí. Y nada... que creo que siempre te merecías una reflexión.
Jude.
¡Qué lindo texto Jime! En unos cuantos párrafos describiste a dos personajes de una manera tan clara...
ResponderEliminar¿Es ficción? (perdón por la pregunta boba)
Me encanta tu blog! no dejes de escribir, encantada de seguirte ;)
ResponderEliminar